Si hoy.
Si hoy germinara el mundo de nuevo,
ese universo de papel que inunda estanterías,
el goce del esteta ante su propia imagen,
brotarían de las teclas nuevas melodías.
Si hoy naciera otra milenaria creación,
que arrope los oídos y bruña las miradas,
el cosmos virtual de la emoción
compondría nuevos espacios y silencios.
Si hoy brotara un orbe diferente,
que dejara huecas las conciencias,
comenzarían las lluvias y las fuentes
a borrar la negra nube de la infamia.
Si hoy, esto sucediera,
no sería hoy, ni ayer, ni mañana.
No existiría el yo.
No existiría el tiempo.
No existiría nada.
