lunes, 27 de junio de 2011

La estación

B vive cerca de la estación y siempre que tomo algún tren para ninguna parte -yo siempre viajo directamente al olvido- mis ojos dejan una estela de deseo en las ventanas de su casa.
Sigo mi viaje sin saber que ella mira pasar los trenes, pero no me ve.