jueves, 10 de abril de 2008

caen los árboles

Los árboles caen a trozos, despedazados por las máquinas, conducidas por las manos de los operarios, enviados por la firma del alcalde, pagado con el dinero de los vecinos, enfadados por ver morir los árboles.

el martillo

¿Fué el mango del martillo o fui yo el que dejó sobre su vientre la señal del deseo? Ante los barrotes se me borra la memoria. He dejado de ser.

mi contrato

Anoche llegó a sonreir la luna, en un intento desesperado de no morir de sueño. Yo, como siempre, arreglando los grifos del cuarto de baño, a estas horas de la noche en que ella, limpia, fresca, suave y aromática me reclama desde el fondo de sus sueños. ¿Qué hago, ejerciendo de fontanero cuando debería estar atado a sus brazos? El contrato lo decía claramente: mientras la luna brille en el cielo, tú arreglarás los grifos de mi cuarto de baño.

teleobjetivo

Elena se tumba en el centro del salón con las piernas abiertas hacia el sol, que empuja su calor hasta el fondo de la habitación. Una enredadera deja caer las sombras de sus húmedas hojas sobre ella. Lee. Se duerme. Frente a sus ventanas, brilla el disco cristalino del objetivo, siempre atento a esas sombras móviles.