domingo, 27 de abril de 2014

Qué clase...


Qué clase de sueño cumplido urdido por las tramas de este caos que nos gobierna me ha llevado a tener entre mis brazos la esencia de la belleza y en mi boca la savia enamorada de las lenguas cruzadas nacidas allá en siglos de silencio y abandono.
Qué clase de ciencia o de misterio elaborado con sedas de negror y terciopelo me ha devuelto la magia de la vida por momentos perdida en la triste realidad que se me agolpa como tormenta enardecida.
Qué clase de tiempo varado en la estación de los deseos esperaba que llegara el tren con la piel que todo lo arrolla con la saliva que todo lo inunda con la mirada que todo lo para con la respiración que todo lo agiganta.
Qué clase de sol estrella luz enigma iluminaba los cuerpos sin música hundidos entre las suaves mareas saladas estancias de algas cósmicas que vienen buscando energía desde el más allá y se detienen a hacer las preguntas que nunca tienen respuesta exacta.
Qué clase de ser es el que se adentra entre las telas musitando canciones de agua y deja que el golpeo de la lluvia en los cristales se haga eterno y distante al mismo tiempo colgado de una dimensión nueva estimulante única.
¿Qué clase de sueño y ciencia y tiempo y sol y ser es?