lunes, 10 de marzo de 2008

Concierto por la tarde

El concierto de piano era la escusa perfecta para justificar el sábado por la tarde. Estaría en casa y él escuchando la música que ella odiaba. Él, olvidadizo, volvió a por las entradas. La vió. Al órgano.

Ese es mi hijo

Carlos no hablaba con su madre desde que le secuestró los pantalones vaqueros que le había regalado Lorena. La condición para poder salir con ella era que tenía que aprobar todas las asignaturas de segundo de bachillerato.
Ver desnudo a su hijo, camino del instituto, le abrió los ojos de hasta donde era capaz de llegar.

jueves, 6 de marzo de 2008

...

...si no empiezas a hablar, no vuelvas a dirigirme la palabra. ¡Palabra! Y calló para siempre.

me preguntas y se me olvida

Unos ojos como verdes escarabajos de la fortuna me miraban desde el interior del vehículo. Descendió el cristal de la ventanilla y los ojos hablaron con voz de hierba al amanecer. Estaba tan asombrado que me hubo de repetir la pregunta. Y sin saber que contestar me acerqué a besar sus labios como encarnados hongos de adictivo aroma. Él salió por la otra puerta como un poseso y con ánimo de partirme la cara. Menos mal que tenía a "Lobo" a mi lado y eso le contuvo. Ella reía y a mi se me olvidó el nombre de mi calle.

Era un anuncio

Que más voy a pedirle a la vida
si, tras largos años de anuncios,

de publicidad encubierta,

de imágenes perdidas entre las sábanas,
hoy me da la bienvenida
y me acepta.

la muleta

Para Luisa, salir a pasear a la calle, despues de seis meses de recuperación de la rotura del fémur, fué una fiesta. A pesar de tener que llevar una muleta, se alegría era palpable. A su lado, Miguel, pendiente de ella, la miraba embobado y feliz. Fueron a tomar un café al bar donde se reunían con sus amigos. Sentado al fondo de la cafetería estaba Marcos, apoyada su pierna escayolada en una silla. Al verlo, Miguel, enardecido e iracundo, tomó la muleta de Luisa y se lanzó a partirle la cabeza. Ella quedó tumbada en el suelo, mientras su pareja apaleaba a su amante.

tiempo de reciclarse

Un vaso de plástico fué el único objeto que dejó al marcharse. En el borde una señal de carmín. No miró hacia atrás. Entró en su coche, arrancó y se fue para siempre, llevándose su vida. ¿Cuánto tarda el plástico en reciclarse? ¿y él?

martes, 4 de marzo de 2008

Un día cualquiera

Llegaron juntos, como el eco y la tormenta, con un sonar de voces alteradas, desnudaron pestañas y accedieron a la luz del repertorio místico del aire.
Paralelos en el suelo, trazaron bajo los pies de las iglesias las mentiras que ahogan los diarios.
Así, entonces, juntos, se definían como diablos que hacían llorar a los más fuertes.
Y asi fué.
Más de uno lamentó haber vivido en aquel país de ladrillos invisibles, en aquel arca de invertida felicidad, porque los ojos se partieron como escaparates de ladridos, como vitrinas de ausencias, como tú.
Dejando tu cuerpo vacío entre la sangre seca y negra que arrugaba los periódicos.