Secuencia

Secuencia:
sucesión de imágenes que,
partiendo del deseo,
se convierten en realidad,
y vuelan en la humedad de las orillas,
donde el agua se despierta.
Lamen la piel,
dejando nuevamente el aire,
con más deseo,
revoloteando entre las olas.

Ventanas

Tras las ventanas con cristales
empañados por la respiración
se refugia el aliento
de ser otros.

Regalo

A veces, una palabra es el mejor regalo.

Retales

¿Qué es hacer las paces con el mundo? Se preguntó Alfonso mientras agonizaba junto a una pistola humeante.

El ángel que adoptó forma humana estuvo a punto de morir de amor terrenal cuando conoció a la mujer que le había adjudicado el dios todopoderoso.

Aquellas navidades se le olvidó enviarle la tarjeta de Unicef a su madre y ésta le dejó los zapatos en la chimenea para que ardieran.

Joder Paul, qué verdad es eso de las zancadillas de las vanas esperanzas y las ilusiones sentimentales. ¡Cuántas he tenido y ninguna he detenido!

Aunque todos queríamos que nuestros hijos se repusieran por completo, sabíamos en lo más profundo de nuestra desesperanza que esto no iba a suceder y que el resto de nuestra vida sería una lucha perdida de antemano.

Un buen llanto de vez en cuando y a vivir.

Cuanto más tiempo llevaba dormido más despierto se sentía. Cuando por fin se despertó, quedó dormido para siempre.

Las especiales condiciones del contrato hacían imposible su reinserción laboral.

El puente era muy largo, tanto que cuando llegabas al último estribo, comenzaba la vida de nuevo.

Las vías iban paralelas a las orillas del río, hasta que desembocaba en el mar. Entonces todos los trenes se perdían en el fondo del océano.

Qué clase...

Qué clase de sueño cumplido urdido por las tramas de este caos que nos gobierna me ha llevado a tener entre mis brazos la esencia de la belleza y en mi boca la savia enamorada de las lenguas cruzadas nacidas allá en siglos de silencio y abandono.
Qué clase de ciencia o de misterio elaborado con sedas de negror y terciopelo me ha devuelto la magia de la vida por momentos perdida en la triste realidad que se me agolpa como tormenta enardecida.
Qué clase de tiempo varado en la estación de los deseos esperaba que llegara el tren con la piel que todo lo arrolla con la saliva que todo lo inunda con la mirada que todo lo para con la respiración que todo lo agiganta.
Qué clase de sol estrella luz enigma iluminaba los cuerpos sin música hundidos entre las suaves mareas saladas estancias de algas cósmicas que vienen buscando energía desde el más allá y se detienen a hacer las preguntas que nunca tienen respuesta exacta.
Qué clase de ser es el que se adentra entre las telas musitando canciones de agua y deja que el golpeo de la lluvia en los cristales se haga eterno y distante al mismo tiempo colgado de una dimensión nueva estimulante única.
¿Qué clase de sueño y ciencia y tiempo y sol y ser es?

Quizás...

...es posible, pero, hoy por hoy, todo está mucho peor.
Solos, pobres, perdidos, sin ayuda,...sin esperanza.
Hay salida?
Tiene que haberla,
no puedo permitirme pensar otra cosa.
Ánimo, lucha por ello.

La prueba

Sometidos de nuevo a la dura batalla
por liberar la mente de sus enmarañados nudos
y sacarla de sus cerrados espacios,
de nuevo el brillo excesivo de los ojos,
de nuevo las palabras que pierden su sentido
y no sirven más que para ennegrecer aún más las posibles salidas,
de nuevo la falta de aire, la agonía, la lucha por sobrevivir a la ausencia , al miedo, los deseos insatisfechos, las indefiniciones, la rabia y la falta de sueño...la desesperanza.
De nuevo en ello,
como náufragos, desnortados, desorientados, perdidos, sin recursos, sin agua, sin mapas, sin palabras, solos.
Y de nuevo, la entrega absoluta, la atención, los abrazos, las lecturas, el agua, la respiración,
la sal y la vida,
que puesta en pie quiere, desea, necesita
ver un rayo de sol, una mueca de esperanza, un detalle, un gesto de alegría...
De nuevo,
buscando una salida.

Nada ahora

Nada ahora me lleva a pensar que en los tumultos de las calles voy a encontrarte que no van a seguir marcando los pasos que te llevaron lejos de los parques que visitamos juntos que solamente verás entre los ojos de la gente las pupilas dilatadas por las emociones de otros tiempos que ya no somos los mismos que ya estamos cerca de desaparecer de la faz de la tierra que me espera quien sabe qué y que mas allá de las esperas está el marco de la desesperanza de la tristeza de ese olvido que siento entre los labios que ya no me llamo que ya desaparezco para tener otras palabras para decir en voz queda que ya no cuentan que ya no cuento que dejo de existir lentamente y sin remisión llamándo aún porque no podré olvidar las penas que vivimos juntos y las alegrías que postergamos porque solos era imposible era extraño era apasionante pero no fue
sin más...