viernes, 10 de febrero de 2006

94_16

han pasado tantos años
que ya todas las miradas
llevan lentillas de ceniza
que oscurece su brillar
y los hombres y mujeres
ni se miran al cruzarse

han pasado tantos años
que nos duelen los huesos
los recuerdos las mentiras
el deseo los dolores y los muertos

nos duelen tantos años
que cuando pasan ni lo notamos
porque anestesiada la memoria
nos morimos
sin enterderlo

jueves, 9 de febrero de 2006

94_14

pones tu bandera de cara al tiempo y te abandonas en la corriente imparable sin saber nada de los acontecimientos y pasan los momentos y cuando vas a recogerla hasta el mástil está corroído y el mensaje que habías guardado en su escudo ha desaparecido carcomido por la imparable flecha que se ha hundido en tu piel y en tu esperanza pero que ya nada sientes de ella
ha llovido la vida sobre las piedras calientes de todo lo demás y se evapora instantaneamente
sin posibilidad de retorno y sin culpabilidad por dejarlos escapar
atrapado en una lucha imposible en la que se disfruta por los variados vericuetos en los que nos deslizamos para intentar alargarnos retrasarnos detenernos
morir en el intento sin casi darnos cuenta
respiras por fin y es otro tiempo y duermes y ya es mañana y trabajas y ya es sábado vives y ya está el tiempo recordándote que no eres nada sin él
como una maleta perdida en la cinta del aeropuerto
sales por un agujero
alguien te recoje te pasean te llevan te dejan te olvidan de abandonan te zarandean te usan
de cara al tiempo

94_13

adiós mi corazón

gritaba enfebrecido
la muchacha
mientras el viento le lamía los pechos
y el hombre ni siquiera volvía la cabeza
agarrado a su látigo
y a su linterna

adiós mi corazón

cada vez más lejos
más silencioso el paisaje
más austero el horizonte
pues ni la sombra
ni la luz
existían sobre la tierra

adiós mi corazón

y el corazón partió volando
y se estrelló contra la roca
dejando guedejas de su carne
y todo el odio
esparcido por el suelo

miércoles, 8 de febrero de 2006

94_11

salir al aire
perdiéndose en la espuma de las hojas
mi otoño que comienza a florecer
y se encuentra solo
como un eco
como un rumor
como un sonido
solo el aire
festoneado de corchos mudos
enclaustrado entre teclas de pianos rotos

un cerco de silencio
que crece como crece todo
hacia el mar
para esparcirse envuelto entre las redes
entre acontecimientos y piratas
entre noticias y mareas de informativos

para dejarse caer a las orillas del adiós
para llorar los sueños
junto a los juegos que no aprendí a jugar
los instrumentos que no aprendí a tocar

y que ya he dejado de pensar
para volver a la alegría

94_10

asombro de la noche ante la luz
escuálida mirada del hombre reseco
para la pálida belleza
que ronda con sus curvas
los huecos de la ciudad
por más que la muerte se acreciente
la vida se despliega como el ocho
indefinido y atónito te dejas
arrastrar por el embrujo del sueño
no puedes pedir más que alguien te devuelva los ecos de su sombra
y
-solo eso-
mi nombre sin articular palabra

94_9

abrimos los paisajes con la luz de nuestros cuerpos
y
entramos en el aire despejando las sombras

como labios
como barcos
como sueños

y los senos se volvieron montes
y las venas salpicaron ríos
y cataratas los valles de amor

como labios
como barcos
como sueños

volver al mar
volver sin miedo
(como el ciclo del carbono que no tiene término)

94_8

el año que terminó la crisis los del efemei se juntaron en madrid y decidieron ser optimistas: aplazarían el caos = los ricos seguirían siendo ricos (más ricos) y así los pobres podrían vivir tranquilos
el año que terminó la crisis los del efemei se juntaron en madrid

94_7

desde hace cuántos años está la puerta abierta y no entra nadie
cómo se conjugan los verbos si nadie puede hablar
mil cristales se partieron con la explosión y los hombres y las mujeres se deslizaron por las alcantarillas buscando un pedazo de corazón que llevarse al alma
pero solo encontraron plástico
cuando se esfumaron todos los vientos el aire se solidificó y se volvió blanco como la plata de los escaparates
entonces los hombres y las mujeres apagaron sus mentes y encendieron el televisor
pero para entonces se había acabado al energía
seguramente la magia de cada momento no les servía para seguir vivos y optaron por duplicar sus ganancias
y los hombres y las mujeres
invadieron los grandes almacenes
pero no había nada que comprar
y la puerta abierta
y los verbos rotos
y el teléfono comunicando
y tú y yo y todos
en silencio

94_6

nos destruyó un grave misterio de ausencia
un siniestro golpe de silencio
nos deshizó en luz
para ahuyentar de nuestro cuerpo
la triste agonía de las cosas
el desasimiento el olvido
esa capa de polvo mísero
que va decantándose en sal
directa a los ojos
al dolor
al espejo donde partimos hacia el lado opuesto
y con diagonales trazamos
nuestra red de incomprensiones
al entramado donde perecemos
y con ejes tejemos
las rutinas y los desamores
al suelo que fertilizamos
y con arados de sueños perdidos
dejamos sembrar los deseos
...
ese misterio de tu ausencia

lunes, 6 de febrero de 2006

94_5

qué fué de las sutiles páginas de piel que se escondían tras cientos de botones y cremalleras

recuerdo una mañana el frío cristal
de las miradas invernales
cómo el aire se ceñía azul y limpio
a los cuerpos de los adioses
vistiendo el entorno
abrazando el paisaje
queriendo fundirse al calor de esos cuerpos

pero lana algodón tela tejido
botón o cremallera
todos al tiempo
cerraban la frontera de la piel
y el aire mirada de viento
queriendo despojarse
de los cerrojos cosidos
a la piel
al cuerpo
al cálido desgüace de los libros
...
quejido del viento
imposible acallarlo

94_4 (cita)

"cuando sientes que la mano de la muerte se posa sobre el hombro, la vida se ve iluminada de otra manera y descubres en tí mismo cosas maravillosas que apenas sospechabas" Isabel Allende

94_3

se hundió el sol más allá del ácido
que nos dejó vertido en el ojo su temblor
y con un apogeo de alas voló
hacia la exactitud de los números atroces

su destello nos dejó ciegos de dudas
y con el ansia de desvelar los enigmas
se afincó en el alma con tuercas de dioses imperfectos
más libros de hojas arrugadas

un viento oscuro y frío la nada
se apoderó de los difuntos y esparcióse
como un velo en las distancias
dejándonos girando transparentes

adios al sol adios al sol
vuelvo volvemos volveremos sin lecciones
sin misterios al ser eterno
de la pura energía de la nada

adios a los hombres
recuerdos para todos
olvidadme pronto
me muero

94_2

traducir felicidad de espaldas a la pizarra
para que los bebés se meen de risa en sus pañales
cuando noten en tus dedos el asomo de tus dudas
pateando en sus sillitas regurgitando las babas
asombrados porque la idiocia se apodera de tus ojos
"no puedo quejarme"
y aún más solo si cabe devuelves los folios corregidos
porque ellos así lo exigen y sus padres menean el culo
alegres por las espléndidas memeces
que sus hijos han escrito
"no puedo quejarme"
de qué te preguntas atónito ante tanto ente
mocoso que se cree el dios de la creación
porque ya le están saliendo las tetas
que serán el objeto de deseo del compañero
que se la está meneando pensando en ella
"no puedo quejarme"
y los vómitos acuden a mi garganta
al oír los resultados de los análisis
que de la realidad se hacen los técnicos
"esto es lo que han de hacer..."
dejad en paz a los títeres
dejad sus cuerdas colgando
que así no tendrán sentimientos
ni dudas ni pensamientos
"no puedo quejarme"

94_1

saturado de espadas y diablos
hueco de espaldas trabajadas
azul de estómagos vacíos
hirviente de estatuas aceradas
un sol y nada
resumen del espacio desplegado
a la sombra de los años y las dudas
esquema partido en mil pedazos
un asombro ante el espacio
un esqueje que no prende
porque más allá del ser
no encuentra ni miradas
ni rencores si sonrisas
ni deseo
nada
un sueño milenario
destrozado en el futuro
de las cuencas resecas
y sucias del planeta

para ser se hizo aventura hueca
y despacio se abrió en milenios
de guerras y sangres abatidas
y ahora en el siglo del chip
se abraza a si mismo
porque el abrazo del hombre
se ha partido en mafias, miserias y tristeza
comestibles del dinero
para olvidar la utopías

94_0

ayer hice limpieza en uno de esos cajones a los que nunca acudes porque en ellos se guarda lo innecesario o lo inútil y en él me encontré una colección de hojas sueltas de color amarillo con rayitas de esas que sirven para no perder la horizontalidad de la escritura
en ellas había escrito poemas (?) y los voy a transcribir aquí porque el papel se va a reciclar
su contenido quedará prendido en los bits de este espacio que ahora los acoge...
hasta que vuelva a hacer limpieza
como no se me ocurre otra cosa
los numero

espero que os gusten

los dedico a la esperanza
para que siempre ilumine nuestro horizonte
en estos tiempos de crisis permanentemente provocadas

miércoles, 1 de febrero de 2006

reglas de oro para ser feliz

llevaba prendida de mi brazo la queja
cálida mi casa
potente mi coche
repleta mi cuenta
y la queja colgada de mi brazo
sanos mis hijos
saciada mi hambre
limpio mi culo
y la queja de nuevo miró a otro lado
cuando un mendigo
con sus uñas negras
y su olor a miseria
mostró aquel cartel:
"Libera tu corazón de odio.
Libera tu mente de preocupaciones
Vive humildemente.
Da más
Espera menos"
Y la queja seguía dentro de mí como mi único alimento