BUENOS DÍAS, LABERINTOS

 

NEW ARTORREJÓN 2021. MUSEO DE LA CIUDAD DE TORREJÓN DE ARDOZ.

 

Libro RAZONAMOR. EDITORIAL DESCENTRADOS

 

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EDITORIAL DESCENTRADOS

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Muchas gracias. 

CONSTELACIONES

 CONSTELACIÓN DEL HERRERO

Cada paso que doy, voy creyendo más en mí y no estás,

me he dado cuenta que la única manera es no mirar atrás…

 

Alunizaje perfecto

la nave cayó sobre tus ojos,

la brújula se rompió

perdido sigo en el espacio.

Ni una gota de lluvia.

Ni un solo ruido.

Solo la luz de tu mirada

y yo prendido.

 

Con la mirada escondida,

las señales propicias en el rostro,

que saben cuando llego yo,

y te escondes de lo nuestro,

quisiera volver a ver la luz,

salir de este ataúd,

que me mantiene tan distante.

Deseo dibujarte una sonrisa,

ser tu amante.

 

CONSTELACIÓN DEL SOLITARIO

En mi casa, cosas raras,

en la tuya, cosas caras,

no sé si te aclaras,

mira tú donde indagas,

pero tienes en tu cara,

todo lo que buscabas.

 

Dame un  momento  de felicidad,

para no estar tan mal,

ven a mi árbol de lo anormal,

y te podré contar mi paranoia mental,

solo yo sé lo que pasa en estas ramas

donde todo se puede olvidar.

 

mientras se desliza la canción,

otra tonada de Van Morrison,

y al fondo, la puerta, la evasión,

teníamos que buscarla y la encontramos,

para hallar al final,

la luz tenue de la habitación.

 

CONSTELACIÓN DUAL

CONSTELACIÓN DE LA TRIBU

Es lo que es...

 

Es_pera_nza

Me llamas por mi nombre

y al hacerlo, sonríes.

Acudes a  mí,

como al refugio

donde vive la madre primigenia.

Me guardas en tu mente,

para aliviar tu desazón.

Y, si la sufres,

alargas la mano

a tu memoria

y citas mi nombre.

Acudo a ti,

como un autómata,

robot para el consuelo,

interruptor del dolor,

píldora transeúnte,

pasaje para otro sueño.

Soy irreal,

pero siempre me presento,

rauda a tu llamada,

para ayudarte en la zozobra,

para consolar tu molestia,

para darte  otra visión de tus miedos.

Soy el futuro que imaginas,

el equilibrio que sueñas,

la verdad que anhelas,

la ausencia de tus dudas,

la necesidad de que todo esto suceda.

Llámame siempre que quieras,

estoy dispuesta a acudir

a tu casa,

a tu mesa,

a tu cama,

a tu pena.

Sé que soy tan efímera como este segundo,

pero, ¿qué es el tiempo sin mí,

sin esperanza?

Boceto para una esfinge

 

Hace surf en las dunas

y en sus venas,

densidad de arena,

salpicaba la mirada

de los que esperan

un milagro fuera,

cuando dentro, tiembla,

la verde primavera,

desolada, atenta,

a la cierta nada,

a la verdad eterna

de su inexistencia,

Saluda surfista,

mira los que vuelan,

más alto,

más afuera.

En su corazón late

la esencia,

palpita

la tierra.

2021. año nuevo, ser hueco.

Año uno de la nueva era

la era de la nueva pandemia 

allá vamos hacia la sombra.

Estación de ayeres

Me he vuelto a sentar en un rincón de aquel parque donde ayer tú y yo visitábamos el aire, flotando en un paraíso inexistente, de aromas plenos.
Hoy, tras la muerte del sol en el oeste -tu sol, tu punto cardinal- se han llenado los bancos de hojas resecas y espacio vacío.
No recuerdo el día de hoy, ni el porqué, ni para qué me sirve, si agonizo.
Pero aún necesito mantener abierta esta estación, para que el tren de los ayeres me deje en el andén las piezas del desguace con las que construyo, de nuevo, miniaturas de niebla.
Necesito seguir entre los vivos para no olvidarte.

Feniletilamina

Perseguido por la luz que acompaña tus pasos
requeridos, adorados, rotos ya.
Con ella voy, trampeo,
e inclemente el tiempo me ata
me retiene,
me devuelve la imagen desvelada
luz negra del recuerdo.
Cartas marcadas por el óxido
de las margaritas poseidas
por el nácar de la miseria y los bulbos.
Espadas de ángeles vengativos
escondidos entre volutas de humo
-tu boca con el cigarrillo prendido de rojo-
Bravo animal de siete brazos
que nada aún contra corriente
y se estira, asoma su fragil cuello,
entre las olas gigantescas de los álamos
Acosa al parque, el puente, las bicicletas
ridículas y muertas.
Mientras, maletas de ébano
repletas de misterio y kilómetros,
se cierran solas al paso de la orquesta.
No encontramos la cartera negra
con los viejos documentos
las firmas de la derrota
y la empresa da en quiebra
a pesar de elevar por encima de lo inverosimil
el nivel de ganancias del fracaso.
Hacemos algo con el convenio
de la coca que masticamos juntos
con la misma boca
mezclando deseo en la misma saliba
o
sencillamente esperamos a que se cumpla
el afán de etiquetarse para siempre
con los labios recién pintados de rojo
en la moqueta humedecida
y en la sacristía mas cercana
dejar el pasaporte al país de los lamentos.
Nunca más me guíes por esos ciegos senderos
que para salir del laberinto
necesito dosis eternas de feniletilamina.