domingo, 22 de febrero de 2009

Pedro

Mi amigo Pedro dice que esto de escribir un blog como este es una gilipollez. Tiene razón. Menos mal que este blog no lo lee nadie, que si no, tendría a muchos Pedros diciendo lo mismo. Gracias, amigo, pero uno no puede evitar ser lo que es.

Un disfraz

Mañana me voy a disfrazar, que para algo estamos en carnaval y además, por primera vez en mi vida, me han invitado a una fiesta de disfraces. Pero, no se de qué. Estoy dándole vueltas a un millón de ideas, pero a estas alturas aún no me he decidido.

He llamado a mi amiga Carmen y ella irá de sartén. Me ha dado una gran idea. Yo iré de huevo. Y que me fría cuando esté con ella. ¿Captará la sutileza?

Mi suicidio

Ayer, por primera vez, me suicidé. Tras el último retortijón de estómago, tuve una maravillosa sensación de alivio. Tanta, que hoy pienso repetir de nuevo la experiencia.

Los auriculares de Aurelio

Los auriculares quedaron encima de la mesa, como una extraña diadema rígida, ósea, unida con su cordón umbilical al equipo de sonido, desde el que brotaban sonidos estridentes y voces inarticuladas. En el suelo, Aurelio yacía muerto, con los ojos abiertos y una mueca de horror petrificando su boca.

Tomás cultiva su huerto

Bajo el puente crecían matas de tomates, pimientos y algún pepino que Tomás lleva plantando desde que lo echaron de su casa. Aprovecha el terreno que el río le deja y con mucho amor y paciencia, cultiva sus propias hortalizas. Su casa cuelga del arco más cercano a la orilla y, allí, a su modo, es feliz. El peor momento para él son las épocas de crecidas en las que teme por su cosecha y, como no, por su propia vida. Pero nunca han llegado las aguas tan alto. Siempre se ha salvado. Sin embargo, este invierno ha llovido mucho y el río, amenazante, ha expulsado a Tomás de su hogar, haciéndole trasladar su tienda colgante a otro lugar más seguro. Se quedó sin huerto. Pero nunca sin ánimos de seguir adelante, como sea.
Hoy, la policía ha descolgado a Tomás y a su docena de macetas del puente de la autopista. Suponían un peligro para la circulación. Han televisado la escena y hemos visto como algunos conductores se llevaban las macetas con los tomates, mientras la policía se llevaba a Tomás.

Sonia está congelada.

Sonia estaba cenando sola. Llamaron a la puerta. Abrió. No había nadie al otro lado. Miró a su alrededor, se asomó por el hueco de la escalera. Nada. Cerró la puerta, perpleja, y siguió cenando. Comenzó a tener frío, una repentina sensación heladora. Fué a buscar su bata de invierno. En el pasillo, sintió una gélida presencia a sus espaldas. Se dió la vuelta y vió como un enorme armario congelador, con la puerta abierta, estaba tras ella. Quiso gritar, pero no pudo. A los pocos segundos de ser engullida por el arcón, Sonia ya estaba petrificada en forma de bloque de hielo.

Bueno, ahora viene eso de que esto era un sueño, y tal y tal, pero no, no, ni mucho menos. Sonia sigue en ese frigorífico esperando una mano de nieve que sepa tocarla.

viernes, 20 de febrero de 2009

Nuestros hijos

Nuestros hijos son los ríos que van a dar al frigorífico y a nuestra cartera que es el objetivo de sus vidas. Toman y se van. O no se van, que es peor.

Un año de vida

Doce meses de vida tenía yo, cuando supe que había cumplido el primer año. Siempre fuí muy precoz.

Primeros y últimos

Seamos los primeros y así romperemos con el maleficio de que siendo los primeros no podremos rectificar, al no aprender de los errores que han cometido otros.
Me temo, compañero, que ni aún siendo los últimos dejaremos de cometer errores.

martes, 17 de febrero de 2009

La explicación

Ring Lardner -no sé si el padre o el hijo- escribió:

"Cállate, le explicó"

Cuento esto, porque siempre que pregunto, me dan esa misma respuesta y mira por dónde, este señor tenía la clave de la explicación. Gracias, Ring.

Violencia

Fué una violenta discusión. Tan violenta, que al final, ni estábamos de acuerdo con la funeraria a la que llamar.

Mi ignorancia

Me confieso un ignorante de casi todo. Bueno, de casi todo no, de todo, para que vamos a engañarnos. Si yo supiera al menos un par de cosas bien sabidas, asi como esas personas que salen en la tele, que se lo saben todo tan bien, no sé, seguro que tambien saldría por la tele para que aprendieran los ignorantes que la están viendo.

lunes, 16 de febrero de 2009

Las persianas

En la escuela, Dani tenía cada mañana la obligación de subir las persianas de la clase. Había sido nombrado encargado de esa tarea. Para él era penoso, porque las cuerdas de las persianas le daban alergia, le salían granos en los brazos y le crujían los dientes al tocarlas. Eso si, una vez concluido el trabajo, desaparecían los síntomas. Nunca dijo nada de ello a su familia, ni a la maestra. Lo sufría en silencio.
Una mañana de lunes, como cada día, Dani se acercó a las ventanas con la intención de volver a sentir sus granos brotar y sus crujidos de dientes rugir, cuando se dio cuenta de que habían sido cambiadas las cuerdas y de que éstas ya no le producían efectos adversos. ¡Que gran satisfacción! Estaba tan contento que a punto estuvo de decirle a la profesora lo que había sido su tortura.
Ésta se le acercó y de dijo: - Bueno Dani, a partir de hoy la encargada de las persianas será Isabel, muchas gracias por tu ayuda.
Ahora Dani no puede acercarse a su maestra. Le da la misma alergia que la antigua cuerda de las persianas.

Dificultades

Para mi, cuando ella estaba a mi lado, las dificultades de la vida no eran más que nimiedades.
Ahora que se ha ido, las nimiedades son tormentas irreparables y yo, la mayor dificultad de la vida.

El dinero de la gente

Hay que ver como es la gente. Ayer, sin ir más lejos, un montón de gente se acercó a mi mesa, mientras comía tranquilamente y me sacaron del restaurante a empujones. ¿A qué viene semejante atropello? ¿A qué tantas protestas? ¿Qué culpa tengo yo de ser el dueño del dinero de la gente?

viernes, 13 de febrero de 2009

Beber

Beber, beber siempre y a todas horas. Es el mejor oficio de cuantos he practicado. Eso si, siempre y cuando no pague yo. Porque beber sin que te inviten es una descortesía.

Soy moderado

La moderación me encanta. Me encanta tanto, que puedo considerarme un fundamentalista de la moderación y al que no es moderado, me gustaría partirle los morros, joder!

Operación inversa

-Siempre que no sea un día pasado por agua, lo aguanto todo.

-No te preocupes -le dijo ella- no lloverá.

Pero llovió, claro que llovió, cayeron mares de punta, como chuzos. Se puso empapado el chaqué y hasta los calcetines de seda y, en el mismo juzgado, hizo la operación inversa.

-Es un imbécil, hija, no llores -decía doña Dolores-Ese no te servía para irse a vivir contigo, Sirenita mía.

El cumple

Ni siquiera sabe donde pone los zapatos cada día que llega a casa. Su habitación es un desastre. Come de forma insalubre. Solo fuma. Pide dinero y no quiere trabajar. Su madre está harta de él, pero no le queda más remedio que aguantar la situación, esperar a que se vaya de casa y quedarse por fin en paz.

El viernes cumple 43 años, pero su madre no piensa regalarle nada. ¡Ya está bien!

jueves, 5 de febrero de 2009

Telefonica me ama

Me dice telefónica -que ya no es de España-
que hay cosas que solo la magia puede conseguir.
Y yo creo a telefónica,
la creo a oidos juntillas,
porque ella es la que me da
por unas simples monedas,
una vida nueva,
un mundo nuevo,
una línea nueva,
mucha gente nueva ,
mi factura nueva,
adeeseele nuevo.

Como no voy a creer a telefónica,
si es mi salvadora.

Y aún sin magia la creo.

Solo por dinero,
por unas cuantas monedas.

Y,
¿para que quiero mis euros
sino es para telefonica,
-que ya no es de España-
que me ama tanto
y
que sin ella meuro?

Febrero

Febrero, mes corto, pero taaaaaan ancho.

Tururú

¿Sobrio? De verdad, ¿está alguna vez sobrio? No puedo creérmelo. No es posible que una persona que camina de esa manera, come de esa manera, habla de esa manera, actúa de esa manera,...esté sobrio. Y además, todo el mundo lo admina y difen de él malafillas sobe su bonbad, su desponza...vilida, su guen quiitedio, oj, o sea, o es...e es....tá spbio...o io veo dobee o i...o zoy el bo...dacho...guá

Mi cuñada

Había una vez un tuerto que se sentaba en la terraza del bar que hay frente a la casa de mi cuñada. A ella, supersticiosa donde las haya, el tuerto le daba mala espina. Creía que podría traerle malos augurios para su familia. Ni corta ni perezosa, fue a decirle al dueño del establecimiento que impidiera la entrada a ese hombre. Y, no se sabe cómo, lo consiguió. El tuerto no volvió al bar. Ahora, más tranquila, se dedica a observar al dueño, que cojea ligeramente.

Una vieja canción

Problemas de masas, problemas de mesas, problemas de misas, problemas de meses, problemasmasmas....¿Te acuerdas de aquella vieja canción? ¡Ay, que risa!

lunes, 2 de febrero de 2009

Cambio

Cambio una razón por ninguna despedida,
cambio una despedida sin ninguna razón,
cambio cromos de cine, de fútbol, de castillos,
cambio vida antigua por nuevos recuerdos,
cambio nuevos cromos por viejos billetes,
cambio mi castillo por la casa de la abuela,
cambio el fútbol por una rosa blanca,
cambio mi película por una cámara,
cambio,
cambio todo por nada,
y nada por todo.

Un dado

El dado giró en el aire, golpeó en la esquina de la mesa y cayó dentro del vaso de cerveza apoyado en el suelo. Al recogerlo, Ángel tomó también el anillo de boda que reposaba en el fondo y se lo jugó, junto con el último dinero que le quedaba.

Taberna de Julia

En el servicio de la taberna de Julia encontraron el corazón de Tomás envuelto en papel de periódico. La policía lo recogió mientras su viuda era conducida al coche celular. Julia desinfectó el lugar mientras pensaba en lo mal amante que había sido aquel hombre.

Sus pestañas

Locura, todo lo cura. Si, eso era lo que me repetía mientras en sus pestañas ardía el rímel, que no tendría a mi alma presa de ellas.

Rímel

Locura, todo lo cura. Si eso era lo que repetía mientras sus pestañas ardían de rímel, su boca pedía con gritos silenciosos que se aplazara el abandono. Mira sus ojos cargados de intenso negror -dijo el juez- que la sentencia será justa.

Botellas

Las botellas: verdes como sus ojos, vacías como sus palabras, frías como su piel. Para ella la borrachera eterna.