miércoles, 16 de noviembre de 2016

Hoy, por ejemplo.

Si me aferro a la pared,
batman enfermo,
sin arnés del cielo,
quien me sostiene?
para sentir que me desprendo
al vacío cayendo
una letanía de rencores
un agobio sin recurso
un cielo enfebrecido
gris,
con lluvia de tormentas
ven ángel de la noche
que me ha dejado sin ti
un mensaje solo
una espátula para retirar el desconsuelo
batman enferma en su cubil
y se encierra
otra vez,
hasta cuando? que queda ya?
he sido yo de nuevo
el que rompe la cuerda
la que une,
la que ata,
la que aprieta,
la que ahoga,
ejerce su sentencia
cuando el silencio de apaga
en el incendio del sudor,
en la campiña de rosas
secándose a la sombra
dejando su aroma inerte
en ese cielo que compartimos
batman, como un error
un perdedor
solitario.

martes, 15 de noviembre de 2016

Tras el horizonte

Mi roel ho
ri zon te di bu
jan doo jos
co moel fluir
de un fu tu
ro lí qui do
lá gri mas
se cas en mar
in sí pi do
de jan do el sol
des nu  do con
sus ro jos.

Co ra
 zón ver
ti doun des
po jo






jueves, 10 de noviembre de 2016

Refugio

Reúno paisajes para construirme un refugio
el cósmico recinto de anhelados atardeceres
la estancia donde reine la fauna silenciosa
un porvenir,
ese país extranjero
sin los dioses.

Un incendio leve.


Libros

Sueños de papel
que anhelan la noche,
cuando se cierra un libro
o se abre un cuaderno
siempre en blanco.

Paraísos de papel,
embozados en las líneas
de tinta entrelazada,
en páginas de versos
en tomos de esperanza.

Construcciones de papel,
estancias para habitar
el mundo del deseo:
la mítica llegada
a la playa de Ákaba.



Desierto

No he cruzado la piel de este desierto,
para dejar las huellas de mis pasos
olvidar entre las rocas los misterios
ni devorar lunas de arena sin retorno.

He segado las hierbas, agostadas
por la mirada púrpura del sol
para dejar en sus huecos la agonía
del calor eterno y la condena.

Qué más puedo decir del ruido
insomnio del deseo entre barrotes,
mi desierto deseo desolado
con candados de luz en la mirada.

Risa de cristal

Esa risa de cristal
que cruza el aire
me acerca un beso
un aroma de sal.

Presiento que es una señal
un impulso de vida
un espacio con luz
la antítesis del mal.


A mis espaldas

Puedo dejar
que el vuelo de la nada
planifique su ruta
sin consultar,
hacer su voluntad
a la espalda
de mis sueños y mis manos.
Puedo ver
como se acerca el aire
al arrimo de mis ojos
y me roza
la piel y me suspira.
Puedo sentir
si el calor me inflama
si la burbuja de vacío
me carga con su peso
o los párpados
me pesan con el peso
de la muerte
Puedo ser
para ser
nada.

La luz, otra vez

Galopa la luz
sobre la pátina del tiempo
y me arrastra,
soy
como un vestigio
de memoria
cercado por los ojos
que me vieron volar.
Se apaga la luz
y vuelvo al aire
mas nada
se ocupa ya de recordar
que existo.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Un lunes, hoy

Informo del estado de las cosas
a mi cuerpo y me responde con un estornudo.
Le cuento las lágrimas que ayer tragué
y me invita a mear de nuevo.
Un espacio cerrado aquí en el pecho,
vete al médico o toma una aspirina.
Y así con todo,
creo que nada le importo
pero, en el fondo,
está preocupado
porque no dejo de ser
su mejor amigo
o su peor enemigo.
A ver.